En El día de los trífidos, el doctor Bill Mason (Dougray Scott) convalece en el hospital después de tener un accidente en un criadero de trífidos, plantas móviles carnívoras, que son utilizadas para destilar un aceite, capaz de sustituir a los carburantes fósiles. Sus ojos vendados le impiden disfrutar del acontecimiento del siglo, el sol desplegará todo su poder en forma de bellas llamaradas solares visibles desde la tierra. Lamentablemente los cálculos de los científicos son erróneos, y todo aquel que está disfrutando del espectáculo queda ciego... eso es el 90% de la población mundial. Al despertar Mason solo tiene un pensamiento, si los trífidos escapan de la granja se cebarán en una población debilitada y ciega.
Y esto solo es la premisa, desarrollada en dos capítulos de hora y media cada uno. ¡Viva la BBC!
Hay clásicos incontestables en la ciencia ficción, que por mucho que pase el tiempo siguen estando vigentes.
Y El día de los trífidos de John Wyndham es uno de ellos.
Desde su publicación, en 1951, esta muestra de ciencia ficción británica catastrófica, ha visto unas cuantas adaptaciones. La que mas recordaba yo era una de 1981, en forma de miniserie, también producida por la BBC, mi hermano y yo estábamos totalmente aterrorizados con las dichosas plantitas. Todavía hoy, cuando pienso en ello me entran escalofríos.
Y esta adaptación moderna hace justicia al libro, sí señor. Se echan un poco de menos el diseño de las plantas de los 80, pero se suple con sobradas dosis de suspense. ¡Si estaba yo toda asustadita en mi silla mientras el prota se jugaba el tipo ante las malditas plantas andantes!
¿Se podría mejorar? Siempre se puede mejorar, algo mas de acción, mas nitidez en los trífidos, por ejemplo. Pero excelente en todo lo demás. ¡Si hasta ha hecho que Dougray Scott me cayera bien!
Y esto solo es la premisa, desarrollada en dos capítulos de hora y media cada uno. ¡Viva la BBC!
Hay clásicos incontestables en la ciencia ficción, que por mucho que pase el tiempo siguen estando vigentes.
Y El día de los trífidos de John Wyndham es uno de ellos.
Desde su publicación, en 1951, esta muestra de ciencia ficción británica catastrófica, ha visto unas cuantas adaptaciones. La que mas recordaba yo era una de 1981, en forma de miniserie, también producida por la BBC, mi hermano y yo estábamos totalmente aterrorizados con las dichosas plantitas. Todavía hoy, cuando pienso en ello me entran escalofríos.
Y esta adaptación moderna hace justicia al libro, sí señor. Se echan un poco de menos el diseño de las plantas de los 80, pero se suple con sobradas dosis de suspense. ¡Si estaba yo toda asustadita en mi silla mientras el prota se jugaba el tipo ante las malditas plantas andantes!
¿Se podría mejorar? Siempre se puede mejorar, algo mas de acción, mas nitidez en los trífidos, por ejemplo. Pero excelente en todo lo demás. ¡Si hasta ha hecho que Dougray Scott me cayera bien!